El... Siempre seguía mis pasos, aveces me olvidaba,
pero jamas, jamas, dejaba de escucharme,
era tan eficiente en eso, que hasta mis silencios compartía...
Era de esos que pueden estar, hoooooooooooras y hoooooooooooooras,
sentado sin distraerse mas que con tu voz...
Sabia Perfectamente mi nombre, reconocía mi voz, cual ciego.
Su juego preferido era repetir mi conversacion,
por supuesto, nunca olvidaba el sermón...
Recuerdo hasta con simpatía el día que me hablo de ÉTICA,
esta vez me tocaba escuchar a mi...
El, no podía entender, que yo, amplia en experiencia, no aplicara su MORAL,
yo respetaba sus palabras, (aunque no demasiado) El me intimidaba,
su aspecto, un tanto de duende, gracia me causaba...
Es que si me pongo a pensar, digo: - ¡CLARO! -
No, para evitar problemas, mejor digo Lógico...
No en vano, sus orejas eran TAN GRANDES, ¡PARA ESCUCHARME MEJOR!
(ojo que no hablo del LOBO FEROZ, esa es otra historia)
Un día, mientras me escuchaba, me noto agotada, tanto que el silencio abrace,
El, compartio ese silencio y lo entendió,
fue entonces que lucho por mi descanso,
movió y removió enormes PLATAFORMAS,
así un fin de semana largo me regalo,
El, sufrió tanto con mi agotado silencio, que me habría regalado un fin de semana eterno...
El, prometió, que siempre, siempre, me escucharía...
Yo, sé, que siempre, siempre, ahí estará...
Su Nombre no iré a mensionar, solo diré que:
"EL, ES MI AMIGO PERSONAL"
